Cuánto hemos reflexionado estos meses eh, o mejor vamos a decir este año, algunos hemos tenido mucho tiempo para replantearnos nuestra vida entera, ¿Verdad?
Estas son alguna de las reflexiones que he sacado de estos meses en el que el Covid nos ha cambiado la vida, de hecho dudo que la vida vuelva a ser como era antes, pero esa es otra historia… Sigue leyendo y como siempre digo: lee, infórmate pero nunca te quedes con las reflexiones de otros, las ha hecho desde su punto de vista, desde su mundo.
No te quedes con las reflexiones de los demás, ten tus propias reflexiones.
- No somos el centro del Universo
La naturaleza sigue su curso, mientras estábamos encerrados pasamos del invierno a la primavera. Cada vez que salíamos veníamos una nueva flor brotar, un nuevo color, la vida seguía su curso.
Todos hemos tenido esa sensación de que sin nosotros el mundo perdería su equilibrio… Pues ha pasado todo lo contrario.
Ver las noticias y encontrarnos con delfines en Venecia, osos en las carreteras y un montón de mariposas en los prados es lo que mantuvo a muchos con optimismo. ¿Sabéis por qué? Porque pase lo que pase la naturaleza siempre sigue su curso.
- Hemos construido nuestra vida alrededor de un consumismo insostenible
La irracionalidad se disparó en el momento que se mencionó la palabra confinamiento: cajas y cajas de papel higiénico (Una pregunta muy generalizada, ¿para qué quería la gente el papel higiénico? Nunca lo sabremos)
Al estar encerrados ya no podíamos ir de compras, no podíamos ir a los bares, ni al centro comercial, ni al cine… El mundo está enfocado en el consumismo y sin él la economía colapsa.
- La queja es otra de las grandes pandemias de nuestro siglo
Todo el mundo habla de covid, pero nadie habla de aquellas personas que se pasan la vida quejándose (ya se quejaban antes). La queja es una enfermedad viva y constante a nuestro alrededor y lo peor de todo es que lo que más se quejan son los que mejores están: tienen un techo, comida y un trabajo (miserable o lo que sea pero trabajo), en estos momentos son incapaces de ver el privilegio que tienen.
Los escuchamos en la biblioteca, en la calle, por teléfono, en redes sociales (muy importante detox digital por favor) en fin están por todos lados, incluso en algún momento hemos sido uno de ellos.
Nuestra salud mental es sagrada así que evita que este tipo de personas influyen en tu comportamiento y tampoco nos convirtamos en una de ellas.
- Cambio de prioridades. Ahora, otras cosas sí importan
Aunque aún escuchamos a algún vecino que se queja por cosas superfluas, en general hemos adoptado una actitud que nos hace valorar más las cosas. Valoramos ese abrazo que por meses no pudimos dar, esa mirada que aún no podemos tocar y ese paseo que siempre nos viene tan bien.
- Los que construyeron nuestra sociedad se han ido sin poder decirles adiós ni darles las gracias.
Esa gente, hijos de la guerra o supervivientes de la misma, lucharon por tener una sanidad pública y lo consiguieron. Lucharon por una democracia y lo consiguieron. Superaron la guerra y los mil y un obstáculos que vinieron después y ahora, se fueron y no pudimos ni decirles adiós ni darles las gracias. Para los que se fueron y los que aún siguen luchando: GRACIAS POR TODO.
- El planeta: el principal beneficiado por el coronavirus
Ver la capacidad que tiene la naturaleza para regenerarse es un hecho que nos ha dejado a todos sorprendidos.
En tres meses que hemos estados confinados: la calidad del aire aumentó drásticamente a nivel global, la calidad del agua de los océanos y los animales campaban a sus anchas por su hogar.
Otra buena noticia: después del confinamiento a principios de año las estadísticas muestran como el consumo ha cambiado hacia productos ecológicos y un consumo más sostenible, en consonancia con el medio ambiente. Ojalá se mantenga así, por el bien de todos.
- Una buena dosis de humildad para todos
Claro que era necesario que nos pusieran los pies en la tierra.
De repente nos dimos cuenta de la importancia que tienen ciertos profesionales: el personal de salud, los encargados del abastecimiento, los agricultores, el personal de limpieza, etc.
Nos quedamos en casa mientras ellos evitaban que todo colapsará, se encargaban de lo más importante en esta vida: alimentos, salud…. Sin ellas todo lo demás carece de sentido.
- Solidaridad y compromiso global
Cuando has nacido en un país en vías de desarrollo siempre tienes dos opiniones distintas sobre una misma cuestión, ves dos realidades.
De ahí que sea primordial reconducir este sistema a un mundo más justo. No por ellos sino por todos.
Todos nos hemos dado cuenta de lo mucho que dependen los países desarrollos de los que no lo son… Todos sabemos de donde es la fruta que le damos a nuestros hijos, de donde viene el arroz, y algunos alimentos que usamos día a día.
Por ello somos conscientes de que un mundo más justo nos beneficiará a todos.
- Nos regalan miedo para vendernos seguridad
Mientras tanto ves una hora de noticias y no puedes evitar sentir miedo, sentirte desprotegido y que te invada esa sensación de que es el fin del mundo (Bueno tampoco tanto, solo a veces…).
En estos meses es de vital importancia que hagamos un detox informativo. Procura hacer unos horarios para ponerte al día, no te encariñes con el noticiero las 24h ni tampoco con las redes sociales.
Las redes sociales, las noticias, son un billete 100% garantizado hacia la locura. Todos tenemos una opinión, cada país vive la situación de una forma radicalmente distinta y el cerebro necesita asimilarlo todo, así que mejor si es poco a poco.
Deja que tu mente descanse y asimile la información y, MUY IMPORTANTE: contrasta, lee, no te conformes con todo lo que te digan en las noticias o las redes, a veces no es tan cierto como parece.
- Bienvenidos a la nueva era
El covid 19 es el inicio de una nueva era.
Todos nos hemos dado cuenta:
- La tecnología avanza de una manera vertiginosa
- El consumismo está cambiando de rumbo
- La sociedad se prepara para un gran cambio
¿Y qué nos queda?
Luchar, seguir adelante, intentar tener una mente más abierta, ser más solidarios y no perder de vistas nuestras prioridades y derechos.
Totalmente de acuerdo con este decálogo y muy especialmente con los nº 3 y el 7, que son las dos patas del egoísmo social.
Y dos patas que están muy cojas, pero como dice la frase TODO PASA POR ALGO.
Creo que todos nos hemos dado cuenta de que vivimos en un sociedad bastante enferma que pretender solucionar el mundo quejándose. Nuestro deber es cambiar el chic aunque sea poco a poco porque aunque la queja forme parte de nuestra tradición no significa que sea normal.
Gracias por pasarte por mi rinconcito.
Un saludo desde Barcelona y nos vemos pronto Carlos.