woman inside a closet

Estuve un año sin comprar ropa y esto aprendí durante el reto

Allá por el 2018 había regresado a casa después de estar casi un año viajando. Volver a casa supuso el reencuentro con mi familia y el encontronazo con toda la ropa que había dejado. Ya no era la misma, por lo tanto tampoco tenía los mismos gustos y valores. Buscando en internet, y después de meses sacando ropa de mi armario como una poseída, encontré el reto de estar un año sin comprar ropa. Me gustó la idea y pasé a la práctica.

Estar un año sin comprar ropa me ayudó en muchos aspectos a reafirmar mi idea sobre el minimalismo y a cimentar la base sobre la que construiría una vida más simple.

Un año sin comprar ropa: Mi experiencia

Esta no se me ocurrió de la nada. El reto fue la consecuencia de leer unos cuantos libros sobre minimalismo, junto con toda la información que había estado buscando sobre cómo simplificar mi armario.

Tenía el trabajo bastante currado y mi armario era cada vez más pequeño pero aún me faltaba el paso de no volver a llenarlo otra vez.

Me aseguré de tener todo lo que necesitaba para estar un año sin comprar ropa y empecé el reto.

Para asegurarme de no comprar nada de ropa tomé una libreta para apuntar todas las compras que hiciera durante ese año. La idea era escribir al lado de cada prenda que comprara el precio y por qué tuve que comprarla.

crop unrecognizable woman reading notes in diary
Un año sin comprar ropa. Mi experiencia. Foto: Liza Summer

Al principio fue un poco difícil porque resulta que, más que nunca, veía prendas super bonitas que me podían venir genial. Aguante lo mejor que pude y no compre nada que no fuera estrictamente necesario.

¿Compraste ropa durante ese año?

Durante mi año de abstinencia a las compras tuve que comprarme alguna prenda para la que no tenía sustituto. Durante ese año compré piezas muy simples que no pasaron de unos vaqueros y un par de blusas interiores.

Después de pasar mi año completo sin comprar -casi- nada de ropa me di cuenta de que había adquirido una serie de habilidades muy valiosas que me ayudarían a seguir mejorando en el camino hacia una vida más sencilla y con menos cosas.

Aprendizajes de estar un año sin comprar ropa

Eres más consciente de lo que realmente te hace falta

Al ponerme el reto y querer cumplirlo fui muy estricta acerca de lo que necesitaba e intentaba por todos los medios no tener que comprar una sola prenda.

Este post te puede interesar –> cosas que ya no compro desde que soy minimalista

Buscaba opciones para usar lo que ya tenía y me preguntaba si realmente necesitaba tal prenda.

Te das cuenta de la inmensidad de prendas que tenemos y que no usamos

Durante ese año sin comprar ropa me di cuenta que tenia un armario cojo y que debía organizarlo mejor ya que tenia muchas prendas que no usaba nunca, en cambio, había otras a las que daba mucho uso y no tenia suficientes.

Esto me ayudo a reorganizar mejor mi armario y adaptarlo a mi estilo de vida. Con el paso de los meses iba apuntando las cosas que más me ponía y las añadía a una lista para ir comprándolas poco a poco. Solía apuntar detalles como color, tipo de prenda, composición, época del año, etc.

Chicas mirando ropa que comprar
Reto un año sin compras

Un ejemplo eran las básicas que siempre usaba en mi día a día. Sin embargo, era algo que debía comprar en mayor cantidad. Tenia pocas y a veces no me llegaban al fin de semana.

Aprendes a valorar las prendas que ya tienes

Valora lo que tienes en tu armario.

Con el paso de los meses te das cuenta de las prendas que más usas. Cuidas aquellas prendas que te gustan y procuras que te duren todo lo posible.

Es un hábito simple que te soluciona muchas cosas ya que sabes muy bien lo que va con tu estilo.

Si no sabes por dónde empezar aquí tienes un post de iniciación, « Introducción al Minimalismo » , te ayudará a ponerte manos a la obra.

Te vuelves más selectivo con lo que compras

A lo largo de los años me he vuelto bastante quisquillosa con las prendas que compro, como no suelo comprar a menudo cuando lo hago me esmero en hacerlo bien. Procuro adquirir exactamente lo que quiero y necesito.

Es mi forma de ahorrar dinero, tiempo y viajes a las tiendas.

Cambias el hábito de ir a comprar ropa por placer

Este es el hábito más arraigado del capitalismo y el cual nos cuesta mucho deshacer.

Aunque nunca quedé con amigas para ir de compras reconozco que alguna vez compraba cosas simplemente por comprar o porque me causaban placer en ese momento y no porque las necesitara.

Una manía que no tardé mucho en quitar. Hoy, no ocupan ni un minuto de mi tiempo, solo cuando es necesario.

Usar la imaginación para darle uso a la ropa que ya tienes

Customizar la ropa siempre me ha gustado. Empecé a idear cambios en mi ropa para adaptar aquellas prendas que no me gustaban. Era todo una diversión que también me ayudó a mejorar mis técnicas de costura.

Algunas de mis prendas pasaron a ser bolsos de tela y otras les añadía algunos estampados de tela o las cortaba. Era mi manera de integrar una prenda más a mi armario minimalista mientras reutilizaba piezas que sabia no quería.

Eres más consciente del impacto de la industria de la moda en el medio ambiente

Te puedes convertir en una persona realmente preocupada por el impacto medio ambiental y los desechos textiles. Por suerte y manteniendo la calma este síndrome se va diluyendo con el tiempo.

Es realmente preocupante darte cuenta de que consumismo mucho más de lo que necesitamos. Es una de las razones principales por las que procuro comprar prendas de segunda mano e intento comprar piezas de calidad para que duren el máximo tiempo posible.

Mejor calidad que cantidad

Cuando tienes pocas prendas sabes que la calidad juega un papel esencial en tu armario.

Intento que todas las prendas que compro sean de un material bueno. El tener un armario pequeño también hace que uses mucho las prendas, por eso deben ser resistentes.

En este punto intento no escatimar y comprar prendas de la mejor calidad que me puedo permitir. Aunque no suelo comprar marcas si que investigo sobre los componentes de las prendas o la textura de los tejidos.

low angle view of shoes
Lum3n

Como ves no es tan difícil estar un año sin comprar ropa. Vivimos en una sociedad donde tenemos cosas de sobra y aún así nos quejamos de que no tenemos nada. Estar un año sin comprar me ayudó a darme cuenta de que realmente necesitamos poco para llevar a cabo nuestras rutinas.

Te das cuenta que existe otra forma de consumir, de vivir. El ahorro de recursos económicos y naturales es tan grande que no hacerlo tiene muy pocas ventajas. Llevar una vida alineada y consciente es posible poniendo en orden todo lo que tienes, empezando por el armario.

En un mundo de excesos, simplificar la vida es una forma de enriquecerla.

🌸 Ver mi Curso sobre Minimalismo LinkedIn Learning

Reduce tu huella de carbono con el minimalismo de Reduce tu huella de carbono: Gana tiempo, claridad y productividad con el minimalismo de Soulgate y Anny García

𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚎𝚎𝚛 ♡ 𝚃𝚑𝚊𝚗𝚔 𝚢𝚘𝚞


Deja un comentario