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Tomarse un descanso de las redes. Dos semanas sin Instagram

Hola, mi nombre es Anny. Tengo 26 años y uso Instagram desde los 18. No soy nativa digital por lo que sé lo que es vivir sin redes sociales. Desde hace un tiempo vengo planteándome la idea de dejar las redes sociales, concretamente Instagram. Y aquí escribo una cuántas razones que me llevaron a apretar el botón de – desactivar cuenta -. 

***Como ya llevo unas cuantas semanas sin usar Instagram reescribo este posts para que sea lo más completo posible, sirva de ayuda y te anime a unirte al reto.

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Dejar las Redes Sociales | Dos Semanas Sin Instagram

Extraño sentarme a mirar un atardecer sin tener la necesidad de capturarlo al momento con la única intención de subirlo a Instagram. Echo de menos aburrirme y buscar una forma creativa de solucionarlo. Sé lo que es vivir sin redes y por eso he querido descansar de ellas.

Una semana sin redes sociales. Hablemos de Instagram.

He decido dejar por un tiempo Instagram, ya que es la que más me distrae. En principio mi objetivo era de unas cuantas semanas pero visto lo bien que me siento he decidido alargarlo.

Este post no es contra las redes sociales, ya que nadie nos obliga a usarlas. Después de desactivar mi Instagram (tanto el personal como el del blog) me siento más productiva, más presente, menos distraída y en consecuencia más feliz con mis rutinas y la forma en que aprovecho el tiempo.

Creo que no puedo competir con una aplicación que esta hecha por los mejores profesionales en comportamiento psicológico y marketing, de ahí que nos sea tan difícil contener la tentación de hacer scroll continuamente. Ellos ganan y yo me quiero bajar del burro.

Me bajo del mundo de los likes y la validación social a través de una pantalla, de los comentarios y los seguidores. Me bajo de Instagram y su círculo vicioso.

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Mi principal razón para dejar Instagram es el cansancio de ver la misma película una y otra vez: vidas perfectas, viajes perfectos, parejas perfectos y el fastidioso feed perfecto, y digo que estoy cansada porque eso no existe. La vida no es perfecta pero nosotros (que las usamos) nos empeñamos en hacerlo así. 

Siento que Instagram (sobre todo) está idealizando la forma en la que nos relacionamos con el mundo, está restando humanidad a las cosas cotidianas, lo que debería ser imperfecto lo está convirtiendo (o eso intentan algunos) en algo superficial, sin alma.

Dejar las redes sociales

He de reconocer que nunca me ha gustado mucho esta red social especialmente y, ¿sabes por qué? Porque parece que está creada para generar insatisfacción personal, lo veo como un gran escaparate donde exponemos nuestras vidas “perfectas” como si fuera una tienda de chuches.

No quiero eso para mi. Como tampoco quiero que mi cabeza empiece a perfeccionar lo que no debe ser ni por un momento perfecto.

La cuestión es que puedo seguir usando Instagram y aprender a gestionarlo pero no he sido capaz y no es suficiente, he intentando darle la vuelta y disfrutar del tiempo en esta plataforma pero la veo superficial y por consiguiente seguiré unas semanas más sin ellas hasta decidir si quiero regresar.

Ojo que hay muchas cosas buenas/inspiradoras/ que veo en Instagram, sin embargo, ahora mismo me compensa mucho más no tenerlo y para mi esta balanza es más que suficiente para prescindir de esta plataforma, al menos a lo que respecta a este blog y a mi perfil personal.

Lo más seguro es que vuelva a usar Instagram pero primero quiero plantearme como puedo hacer un uso más responsable de la misma. Volver… pero esta vez diferente.

Pequeñas ventajas de vivir sin Instagram

Está siendo una experiencia muy enriquecedora apartar el teléfono móvil en general . Sin embargo, en lo que respecta a Instagram estás son las ventajas de dejar las redes, y como estoy descubriendo alternativas, formas de uso y consciencia para hacerlo mejor.

Más tiempo libre

Dejar las redes sociales te regala ventajas que van más allá de la simple liberación de tiempo. En mi caso, empecé a experimentar un aumento en la productividad y la concentración. Sin las distracciones constantes de las notificaciones, me di cuenta de lo productivo que pueden ser los días si me enfoco y no tengo el móvil a mano.

Más espacio para lo que de verdad me gusta

Muchas veces me pasaba horas mirando Instagram sin un objetivo concreto, ni siquiera me gustaba lo que veía y sentía desmotivación al salir del feed infinito.

Esto es justo lo contrario de lo que me pasa con Pinterest, donde encuentro ideas y me motiva a ponerme manos a la obra ya sea con una manualidad o una receta. Ahí esta la diferencia y la importancia de seleccionar aquellas redes sociales que nos hacen bien, nos incentivan a hacer lo que nos gusta y nos permiten aprender por el camino.

Paz Mental

Al alejarme de Instagram por un tiempo, noté una reducción de las dichosas comparaciones con otras personas y empecé a enfocarme en lo que realmente quiero conseguir.

La comparación social constante y la ansiedad que puede generar las redes sociales es un problema muy grave que tenemos en la actualidad.

Dejar de usar las redes por un tiempo me permitió liberarme de la necesidad de buscar validación externa concentrándome en mis propios logros y valores. Ahora me siento más preparada para usar las redes de una forma más saludable.

Ninguna necesidad de capturar ciertos momentos solo para subirlos a Instagram

Quizás estamos pensando demasiado en capturar momentos para subirlos a Instagram en vez de vivirlos realmente. Esto es un problema.

La redes sociales no deben ser un fin sino una consecuencia de haber experimentado un momento bonito.

Eso de: Si no lo subes, no lo has vivido… Es ridículo.

La vida es para vivirla y no para estar pegados a una pantalla en nuestro tiempo libre.

Apreciar los pequeños momentos

Aunque soy de las que toma fotos de los atardeceres por sistema, como recuerdo.

Me encanta el momento en el que no tengo la necesidad de compartir nada con nadie. Simplemente me siento  y procuro disfrutar de los momentos más simples; un café con amigos, una cena con mi pareja, un viaje en familia, un atardecer lleno de colores…

La vida puede ser maravillosa si apreciamos los detalles más cotidianos.

Estar tan a gusto sin redes que no quieres volver….

Resulta que no lo echas tanto de menos como pensabas…. Era más el pensamiento que la realidad. Ahora mismo creo que sí estoy preparada para volver a Instagram y utilizarlo de una forma más selectiva y medida.

Esperemos que no se active el circulo vicioso otra vez. Desearme suerte 😉

NOTA: Este no es un post contra Instagram ni las redes sociales, es un post sobre lo que siento y pienso sobre ellas. Las uso, y tengo muchas, pero creo que es un buen momento de poner en la balanza lo que me aporta cada una de ellas para así poder seleccionarlas y usarlas con responsabilidad.

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